Emplazado en plena esquina de Apoquindo con Manquehue, Fixiona se ha propuesto presentar, de forma inmersiva, los nombres y movimientos fundamentales de la historia del arte occidental. Así, en su segunda exhibición recoge un instante fundamental de la estética de inicios del siglo XX: el movimiento Art Nouveau o Modernismo, que se propuso renovar las artes y se irradió a la arquitectura y el diseño.
Con la naturaleza como principal referente y el uso de la línea curva como eje estructurador, el Art Nouveau tuvo corta vida, sin embargo fue fundamental para todos los movimientos del siglo XX, puesto que rompe con la tradición clásica academicista e instala en el medio una nueva manera de mirar y hacer. Entre sus cultores figura Gustav Klimt, el pintor austriaco que introdujo la decoración en el arte y produjo obras distintas a todo lo visto hasta ese momento.
Ahora, Klimt y sus contemporáneos llegan a Las Condes para proyectar sus formas sinuosas y sensuales sobre los gigantescos muros de Fixiona.