PABLO VALENZUELA

AYQUINA / FOTOGRAFÍA

Cada septiembre, el pequeño poblado altiplánico de Ayquina (80 km al noreste de Calama) aumenta su población de 50 a 70.000 personas. Esta verdadera explosión demográfica ocurre durante la Fiesta de Ayquina, la celebración religiosa más importante de la región, en que se venera y agradece a la Virgen de Guadalupe con música y bailes.

El fotógrafo Pablo Valenzuela, reconocido por su ascetismo visual, se maravilló ante esta expresión popular y desde hace siete años se cuela entre las comparsas de bailarines para registrar poéticamente la devoción y frenesí que por una vez al año se apodera del tranquilo pueblo. El autor no traiciona sus convicciones y aún en el caos multicolor de miles de almas en fiesta logra imponer su mirada y orden estético, para ofrecernos visiones oníricas que transmiten la profunda devoción que anima a los participantes.

Proyecto patrocinado por Ley de Donaciones Culturales

Hasta el 23 de enero
Salas de Exposición. Centro Cultural
Entrada liberada con Pase de Movilidad habilitado