La autora pertenece a la renombrada Generación de los 80 de la Escuela de Artes de la Universidad de Chile, pero –a diferencia de sus compañeros- en 1984 se radicó en Bélgica. Por eso hoy es considerada una artista de doble nacionalidad y también integra la embajada artística con motivo de la Visita de Estado de los Reyes de Bélgica a nuestro país.
También por eso, su obra se aparta por completo de la de sus compañeros de generación. Calleja no sólo recurre a la pintura, sino que integra en su obra diversas técnicas y materiales, con las que experimenta y evoluciona a la par de su expresividad.
La presente exposición es una prueba de ello. Por una parte elimina la figura y despliega paisajes despojados de rastro humano que bien podrían asociarse al futuro y, por otra, transfigura restos de comida en platos para transformarlos en imágenes cósmicas, alejadas por completo de la banalidad terrestre.