Arquitecta, paisajista y fotógrafa, la autora sabe de paisajes. Sabe que los paisajes se construyen desde el observador y que en ello influye la distancia y el ángulo desde donde se mira. Entonces, los paisajes son subjetivos y, además, efímeros. Por eso, para elaborar esta serie, recurre a la técnica del bordado y, a la manera de los impresionistas, juega con los colores con absoluta libertad, analogando cada puntada a los trazos de un pincel.
Sin embargo, Salamovich no pretende que sus bordados parezcan pinturas. Por el contrario, lo que busca es alejarse de ellas y potenciar la fragilidad del paisaje, sobre todo ahora que estamos inmersos en un inminente cambio climático. A diferencia del óleo, la lana –como todos los textiles- es extremadamente delicada y sufre variaciones con el paso del tiempo, un factor relevante en el discurso plástico de la artista.
Proyecto patrocinado por Ley de Donaciones Culturales
4 al 26 de junio
Salas de Exposición. Centro Cultural Las Condes
Entrada liberada, con Pase de Movilidad habilitado